Hace poco comenté que la actriz argentina
LUISANA LOPILATO por fin le había echado el lazo (de forma legal) al cantante
Michael Bublé. Lo que me llama la atención de ésto (no el hecho en sí, está claro, porque no tiene demasiada relevancia) es la trayectoria que la nueva
Mrs. Bublé ha seguido.
Conocemos a Lopilato desde los tiempos de
Rebelde Way (2002), serie super popular (y que todas hemos visto, y la que no, miente como una bellaca) sobre un grupo de niños pijos (y otros en plan pobre) en un colegio privado. Tenía de todo: intrigas, líos políticos, un malo malísimos, el típico tío bueno (supuestamente Benjamin Rojas), el típico tío bueno en un discreto segundo plano (me da igual
Frank Bass o Jorge Maggio, yo es que era más del chileno), hermanas que no son hermanas, una secta... En fin, multitud de chorraditas que dieron para un auténtico culebrón. La serie tuvo muchísimo éxito en Argentina, y también en España, y lo mejor de todo es que Lopilato (yo era más
Team Marizza) se dio a conocer.
Y menuda. Tuvo un follón que ni sé por unas fotos suyas ligerita de ropa cuando cumplio dieciocho, y se vio claro que había dejado atrás su etapa
Mia Colucci cuando participó en
Alma Pirata. O cuando las campañas para la firma de ropa interior
Promesse (yo sinceramente creo que con esta foto entró en la lista de FHM)
Y luego llegó Bublé.
Y la pasta gansa.
Y por fin, el bodorrio, uno civil y otro por la iglesia. El motivo de mi post realmente es el vestido que Lopilato escogió para la ceremonia religiosa.
¿En serio lo véis bien con ese escote? Aunque también hay que decir a su favor que a esta niña pocas cosas le quedan mal (digo lo de "niña" porque sigue teniendo 23 años): vestido de
Sylvia Burstin con escote corazón de seda natural en blanco roto, con detalles de organza plise en la falda y capas de volantes en tul nude.
Para el cabello se le recogió con detallitos de perlas, un maquillaje muy natural y las uñas (yo habría escogido otro color) en tono fuchsia a jueg con los labios. Los zapatos eran de
Christian Louboutin. Después de la ceremonia, Luisana escogió un vestidazo de
Marchesa y zapatos de Lonté.
Y voilà, a vivir la vida.
Boceto de Marchesa para People.com.