Mujer divorciada, que suele vestir prendas ajustadas y dudosamente apropiadas para su edad. Rubia. Delgada. Ante esta descripción, bien podríamos decir que podría tratarse de Ana Obregón. Pues no, hoy hablaremos de AVRIL LAVIGNE, que también se ciñe a dicha descripción.
No se por qué he pensado siquiera en criticar a Avril Lavigne, siendo que me se tooooodas sus canciones y me considero fan. Yo también nací pegada a unas Converse, y el rollo skate me gusta. Salvo porque creo que a mí esa época se me ha pasado, y ella considera que no. Claro que ha evolucionado, al estilo Digimon. De skater rebelde ha pasado a skater putón. No sé si fue antes o después de casarse con Deryck Whibley, de Sum 41. En fin, no importa. El caso es, que Avril Lavigne me mola, aunque esté saliendo con ese playboy-insulso-hermanastro-de-Kim-Kardashian-actor-de-realities llamado Brody Jenner.
Su nuevo álbum, Goodbye Lullaby, está en los primeros puestos de las listas, y último sencillo, "What the Hell" es éxito. Recuerdo que me pasó lo mismo con "Girlfriend": canciones que te aprendes de memoria a la tercera vez que la escuchas y la cantas hasta con sentimiento, como si fuese una especie de himno de mujer liberada del siglo XXI. Sí, es triste, pero es lo que hay. Echadle un vistazo y me contáis :-)
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