No sé si un Miley Cyrus o un Justin Bieber, aún por concretar. En mi esperanza de que la vástaga de Michael Jackson no haya destruido su pelazo (porque era pelazo) y sea una peluca, os deleito de momento con su última twitpic con su nuevo corte de pelo.
PARIS QUÉ TE HAS HECHO.
Creo que es un gran momento para reflexionar. Paris Jackson tiene catorce años, y lleva ya tiempo siendo el miembro del clan más activo en Twitter. Me acuerdo que mi primer móvil nos tocó en un sorteo de Navidad de los 40 principales (en aquellos tiempos en los que Vodafone todavía era Airtel) y lo teníamos como si fuese el Santo Grial en casa. Mi madre puso el grito en el cielo cuando yo me compré (ahorrando peseta a peseta) mi primer Alcatel one-tocho. Era simplemente para mandarme sms con la gente, pero si reconozco que la mujer tenía razón y alguna que otra vez me pasé con las facturas.
Ahora, observo por la calle a niños de once y doce años yendo al colegio con los ojos clavados en sus smartphones último modelo (recuerdo que a mi prima pequeña le compraron un Nokia que era como el triple de caro que el mío con trece años) y yo me pregunto: ¿Para qué? ¿Para compartir su vida en Internet? Eso es lo que hace Paris, porque cuenta lo que le pasa a ella, pero también podemos estar a la última de los asuntos del clan Jackson (recordemos el asunto aquel del secuestro-no-secuestro de su abuela Katherine y las pérdidas de custodia).
He de reconocer que su Twitter es bastante entrentenido, pero repito: ¿es necesario?
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